Ésta es la historia de una familia de abogados a cargo de un estudio, fundado por un abuelo autoritario y turbio. Con él trabajan su hijo del mismo nombre, su nuera y luego trabajarán sus nietos: dos jóvenes que se parecen físicamente, pero son muy distintos. El eje de la historia comienza con la muerte del abuelo y una injusticia patente en su testamento. El libro está bien escrito, es ágil y entretiene. Tiene recursos de estilo muy bien usados, como las cursivas para viajar al pasado sin mayor explicación. Algo que ocurre es que está estructurado como, y tiene forma y olor de otra cosa: una teleserie. Así que, si a uno le gusta eso, es un buen libro. De hecho la autora podría transformarlo en un buen guión. A ratos parece que lo fuera, con diálogos muy largos sin decir quién habla o con cambios repentinos de punto de vista ajenos a la lógica, pero que son como la versión narrativa de las instrucciones de un guión. Pasa que si alguien conversara sinceramente o dijera la verdad, se acabaría la historia, igual que en las teleseries. Los personajes no son muy humanos, son aspiracionales porque tienen buen pasar, y les da lo mismo pararse sobre los demás para conseguir lo que quieren. Pero ellos sinceramente encuentran que son buenas personas. Hay dos antagonistas, que tienen igual de pocos valores que el resto. ¿Se identifica uno con personajes de ese tipo? Sí reconozco Santiago y Viña del Mar con sus avenidas, los distintos barrios y el contraste de sectores, que van imitando la historia. #esoquelei #literatura 📚 El link para encontrar una edición, en el perfil.
